6 ene 2009

"No me pidais.."

No me pidáis

que eleve mis ojos

hacia el cielo,

que cuando yo lo miro

se oscurece, y no quiero

privaros, a vosotros,

del sol y sus reflejos.

Quien, como yo, provoca,

se oculten los luceros;

mejor que no levante

la mirada del suelo.

10 comentarios:

Carmine dijo...

Precioso poema, aunque estoy segura de que tú no provocas que se oculten los luceros, sino que brillen más. Carmen.

@Intimä dijo...

Miradas que matan, pero tambien hay miradas de amor.
Besitos.

GlamToday VideoTop dijo...

muy bello poema.

Carla. dijo...

Pero es hermoso mirar al cielo, tan inmenso, tan infinito...aunque he de decir que provoca vértigo.
:)
Feliz año amiga, que este año sea un año de paz en tu vida.
Abrazos enormes

Cani dijo...

Gracias Carmen, palabras y gestos como el tuyo son los que hacen que intente dejar, al menos, un resquicio para la ilusion.

Darilea; tienes razon y son esas miradas las que nos ayudan a segir.

Mary; gracias por tus visitas y palabras,

Carlita; te extrañaba me alegro de tu vuelta a mi casa.
Gracias a todas-

Anónimo dijo...

No creo que tú provoques eso, amiga. Al contrario, contigo el sol brilla más. Eres alguien muy especial y me gustan mucho tus versos. Pero escribe algo que sea verdad. Je, je, je. Un beso muy fuerte y espero que a tus nietas les guste mi cuento. Me hizo mucha ilusión lo que me dijiste. Cuídate.

Chela dijo...

Prueba de nuevo a mirar al cielo, estoy segura que se veran los luceros.

Un abrazo muy grande, querida Cani.

Cani dijo...

Gracias Capitan, tu si que eres un rayo de sol en mis blogs. El cuento se que les encantara, se lo he enviado a mis hijos, y como no me cuidare y procurare ser un poco mas optimista.
Un beso.

Chela: gracias por tus palabras, lo intento, pero a veces...
Un abrazo

Algaire dijo...

Precioso Cani aunque espero que no haya sido inspirado en nada personal, yo espero que tú no dejes de mirar al cielo para disfrutar de todo lo que en él se ve.
Un abrazo

Cani dijo...

Algaire: aunque trato de evitarlo la tristeza me acompaña demasiadas veces y temo con ello enturviar la dicha de los que me quieren.
Besos