
Refugiado en su estancia,
buscando la belleza:
Esculpió una azucena
sin aroma.
Pinto bellos pajaros
sin trinos.
Bordo soles y estrellas
sin reflejos.
Recito mil palabras
sin sonido.
Y después del esfuerzo,
no estando satisfecho
se asomo a la ventana
y se encontró con:
!Ella¡