
Como las golondrinas
que retornan al nido,
que continua colgado
en esa vieja viga
del antiguo zaguán;
yo, volveré a la casa,
donde los dos tejimos
nuestra historia, hilo a hilo,
dejando en su entramado
retazos de pasión.
Abriré las ventanas.
Tenderé, a que se oree,
la ropa de la cama.
Retirare las fundas
que cubren el sofá.
Me sentare a esperarte,
como antaño lo hacia,
con un libro en las manos
y en el jarrón las flores,
que me huelan a ti.
Y cuando la penumbra
inunde ya la estancia
no encenderé la luz.
Dejare la lectura.
Me tumbare en el lecho;
y cerrando los ojos
intentare dormir.
Y, al menos, en mi sueño,
te sentiré cercano.
Te sentiré volver.
Y cuando el aleteo,
de aquellas que retornan,
me haga despertar,
sentiré, ilusamente,
tu calor en mi cuerpo.
Y ese sera mi aliento
para otro día mas.
3 comentarios:
Precioso Cani, haces que uno sienta cada palabra y cada momento de este poema como si pudíeramos ver todo lo que sucede desde que vuelve a casa hasta que se despierta para enfrentarse a otro día más.
Es un placer pasar por aquí para disfrutar de tus poemas.
Un abrazo
Algaire; el placer es mio al recibirte.
Besinos
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